¿Recuerdas aquella cena especial en ese restaurante donde el sabor de los platos explotaba lentamente en tu boca y ya quedaría para siempre grabado en tu memoria? Para quienes formamos parte del apasionante proyecto gastronómico de ‘Marhaba’ este es nuestro principal objetivo: que descubras nuevos sabores, diferentes aromas llegados de varios lugares del Mediterráneo, texturas que creías de otro tiempo y que vuelves a encontrar en un plato servido con el mimo y cariño con el que tratamos a nuestros clientes.
Para que las personas que nos visiten disfruten de estos hallazgos culinarios tenemos el privilegio de contar con María, jefa de cocina titulada de la Escuela de Hostelería de Almería. Su delicadeza, su entusiasmo y los conocimientos que derrocha entre los fogones llegan directos al paladar en forma de falafel, de tajine de cordero, de cuscús o de un plato como el pulpo a la brasa con espuma de patata, siempre con ese punto de sal perfecto para ser degustado con calma.
El equipo de sala es también determinante para que nuestros clientes se sientan mejor que en casa. Ellos ayudan a elegir los platos, según los gustos, para así adaptarnos también nosotros a lo que puede desear quien se sienta en nuestras mesas por primera vez, por ejemplo. Sabemos que algunas personas nunca probaron los sabores de nuestra cultura gastronómica. Por eso, combinamos las raíces marroquíes con pescados de mercado o con carnes de ternera o de pollo más propios de estas tierras andaluzas. De este modo, nuestros comensales pueden vibrar con un rico zaelouk de berenjena, con una sopa harira o con unas chuletillas de cordero que bien podría encontrar en provincias más lejanas como Ávila. Todo para que quienes nos visitan se vayan rememorando los sabores de Marhaba durante mucho, mucho tiempo.
