Situada a tan solo 45 minutos de la capital, se encuentra la localidad de Abla. Parte de su territorio, que ocupa casi la mitad de la extensión de la comarca del Río Nacimiento, está protegido por el Espacio Natural de Sierra Nevada. Su privilegiada situación, cerca de Sierra Nevada, de la Sierra de los Filabres y de la Alpujarra almeriense, convierte al municipio en un lugar de visita obligada dentro de la provincia de Almería.
Su historia
Abla se remonta a la cultura de Los Millares, tal y como se puede apreciar en la necrópolis de Los Milanes. Sin embargo, la consolidación de esta población vendría de la mano de la ciudad bastetana de Abula y más tarde de Alba, convertida en municipio romano. De esta época, el municipio ha mantenido un magnífico Mausoleo Romano, así como diversas lápidas. Sin embargo, de la civilización hispano-musulmana el único resto destacable es la fortaleza del siglo IX situada en lo alto de la ladera, conservándose tan solo el aljibe y restos de cerámica. Tras la repoblación cristiana, Abla vivió una complicada situación económica y demográfica, de la que salió gracias a la expansión agrícola. Hasta 1740, dependió administrativamente de Fiñana, naciendo como municipio en 1834.
Lugares de interés
El Mausoleo Romano es uno de los lugares más visitados dentro del municipio, pero no es el único atractivo turístico abulense. A la Iglesia Parroquial de la Anunciación hay que sumar una serie de pequeñas ermitas frecuentadas por los vecinos. Tal es el caso de la Ermita de las Maravillas, la Ermita de los Santos Mártires o la Ermita de San Antón. No hay que olvidarse de la Cruz de San Juan, que data del siglo XVI, del escudo de armas de Alonso de Bazán y del pedestal de Avitiano, elementos ornamentales de gran valor histórico.
Rutas
Ocho son las rutas turísticas que pueden realizarse en el municipio. El itinerario histórico-artístico local permite al visitante conocer los monumentos más representativos de la localidad. A él hay que sumar las rutas de las Adelfas, de las Fuentes, de los Milanes, de los Molinos, de los Olivares, de los Puentes y la ruta del Camino Real, que discurre por el tramo local del antiguo camino que unía la capital almeriense con la localidad granadina de Guadix antes de que se construyera la carretera nacional ahora en uso. Asimismo, desde hace un lustro, Abla dispone de dos itinerarios ecuestres homologados por la Federación Española de Hípica.
Fiestas
Abril es un buen momento para visitar Abla, pues es el mes en el que se celebran las fiestas patronales con motivo de ‘La Traída’ de los Santos Mártires, Apolo, Isacio y Crotato, la Virgen del Buen Suceso y San Segundo. Esta festividad tendrá lugar del 14 al 22 de abril, jornadas en las que se llevarán a cabo interesantes actividades culturales y de ocio. El Carnaval, la Semana Santa, el Baile de las Ánimas, las fiestas patronales de verano, la Merendica, las Carrozas de San Isidro y las Lumbres de San Antón son otras de las celebraciones que tienen lugar en este municipio.
Gastronomía
Las migas con tropezones, las gachas, los guisados de trigo con hinojos y de cardonchas, el pimentón con pescado, los gurullos, la pipirrana, los meneos y las gachastortas son los platos más importantes de la gastronomía abulense. En repostería, destacan las tortas de chicharrones, los roscos de sartén, los pestiños, los boladillos, los borrachillos, el pan de aceite y el pan dormido. Además, no nos podemos olvidar de que Abla es también conocida por sus vinos y aguardientes.